martes, 13 de abril de 2010

La parálisis cerebral en el cine


Resumen:
En los últimos veinticinco años se han rodado un número importante de películas en las que el protagonista o algún personaje secundario presentaban o simulaban una parálisis cerebral. Estos personajes en ocasiones han sido interpretados por personas con minusvalías. En la narración de su historia las cintas han incluido diversos aspectos sanitario-asistenciales, sociales y familiares obligados en el campo de la parálisis cerebral.

La parálisis cerebral en el cine
La parálisis cerebral es un grupo de trastornos crónicos y no progresivos debidos a alteraciones del cerebro producidas en las primeras etapas de la vida que se caracterizan por alteraciones de la postura, movimiento y equilibrio y que se asocian frecuentemente a convulsiones y a déficits sensoriales y del intelecto.
Es un síndrome, ya que puede ser consecuencia de muchas causas, todas ellas acaecidas prenatalmente, durante el nacimiento y en los primeros años de vida. Las prenatales incluyen entre otras, infecciones intrauterinas, embarazos múltiples, malformaciones cardiacas, exposición a agentes tóxicos y algunas enfermedades de la embarazada. Entre las peri y neonatales están la prematuridad, el bajo peso, la hipoxia, la hiperbilirrubinemia, los traumatismos obstétricos, las infecciones intraparto y las hemorragias intracerebrales. Etiologías postnatales son infecciones, traumatismos y hemorragias. No es un cuadro clínico homogéneo, sino que sus manifestaciones dependen de la lesión o alteración encefálica producida, por esta razón existen varios tipos que se agrupan en cuatro formas básicas, las parálisis cerebrales espásticas (con aumento de tono), las atetoides o discinéticas (con movimientos anormales, lentos, incordinados e incontrolados), las atáxicas (con trastornos del equilibrio) y las mixtas. La localización de las manifestaciones determina que haya hemiplejías, diplejías y tetrapejías. No hay parálisis, puede existir tan sólo una paresia.
A pesar de los progresos en la asistencia obstétrica y pediátrica, la prevalencia de la parálisis cerebral no ha disminuido en los países desarrollados y sigue siendo un asunto de gran interés médico y social.
La parálisis cerebral no es un tema exclusivamente médico, sino que implica a profesionales muy diversos, como: terapeutas ocupacionales, psicomotricistas, psicoterapeutas, logopedas, cuidadores, asistentes sociales, educadores y psicólogos. Las funciones de los facultativos se suelen limitar al diagnóstico, al tratamiento de algunas de sus manifestaciones, complicaciones y patologías asociadas, y al control de rehabilitación física y logopédica. Su papel es crucial en la puesta en marcha de las medidas tendentes a la prevención.
El sujeto con parálisis cerebral no es una entidad personal aislada condicionada por su situación, sino que está incardinado en una familia y en una sociedad que va a influir sobre él, y él sobre ellas de forma recíproca. Minusvalías y minusválidos son temas y personajes de muchas películas y entre ellas como no podría ser menos la parálisis cerebral y las personas que la padecen. El cine en éste, como en otros casos, puede cumplir un papel de información, formación y divulgación, por lo que su análisis tiene un claro interés social.
Dejando a un lado las presencias puntuales, con motivos meramente de ambientación, las películas con parálisis cerebral se pueden distribuir en tres grupos, aquellas en la que el protagonista es un paralítico cerebral, en las que es un personaje secundario y en las que se simula ser un paralítico cerebral.

Películas con un protagonista con parálisis cerebral.

En Touched by Love (1980) de Gus Trikonis se refleja cómo la parálisis cerebral puede ir asociada a otras condiciones clínicas, en este caso autismo. Lena Canada (Deborah Raffin) es una enfermera que se ocupa de Karen Brown (Diane Lane), una niña con parálisis cerebral y autismo que, abandonada por su madre, está en un centro para minusválidos. Karen necesita silla de ruedas y no habla. Para estimularla y conseguir que se relacione con su mundo exterior la inducen a que tenga una relación epistolar con Elvis Presley. Está basada en el libro de Lena Canada To Elvis, With Love y la película se conoce también con este título.
Una prueba de amor/ Annie’s Coming Out (1984) de Gil Brealey. Es una película australiana basada en el libro Annie’s Coming Out, de Rosemary Crossley y Anne McDonald, que a su vez recoge una historia real. Cuando Anni tenía tres años (12 de octubre de 1964) fue ingresada por sus padres en el Melbourne’s Brentwood Hospital un hospital para niños con deficiencias psíquicas. Anni sufría una parálisis cerebral atetóxica, que le impedía hablar. Por este motivo durante once largos años fue catalogada como una deficiente psíquica profunda cuando en realidad tenía una mente brillante. La situación cambió cuando fue contratada como terapeuta del centro Jessica Hathaway (Angela Punch McGregor). Jessica, aparte de cambiar la atención de los niños del centro, descubrió que Anni tenía un desarrollo intelectivo normal. Esto no fue aceptado ni por los responsables del centro ni por los padres. El hecho llegó a los tribunales que reconocieron los plenos derechos cívicos a Anni.

Gaby, una historia verdadera/ Gaby, a True Story (1987), de Luis Mandoki se basa también en una historia real. Este film, que es una coprodución entre Méjico y Estados Unidos, es la adaptación cinematográfica de la vida de la escritora mejicana, de origen judío, Gabriela Brimmer, Gaby. (Paulina Gómez en la infancia y Rachel Chagall), nacida en 1947. Esta poetisa tenía una parálisis cerebral tetrapléjica grave de origen perinatal. Toda su vida estuvo en una silla de ruedas, con un habla impedida y moviendo tan sólo su pie izquierdo. Es un caso de una persona con parálisis cerebral que goza de gran inteligencia, de hecho, aparte de sus escritos, Gaby logró graduarse en la Universidad. La cinta aboga por la integración social y educativa de los discapacitados. Incide sobre la importancia de su comunicación y la búsqueda de recursos y sistemas que le permitan conseguirlo, en el caso de Gabriela gracias a la movilidad de su pie izquierdo.

Mi pie izquierdo/ My Left Foot (1989), de Jim Sheridan, es una co-producción entre Irlanda y Gran Bretaña. Narra la vida del pintor y escritor irlandés Christy Brown, en cuyo libro autobiográfico se basa. En esta obra dramática el protagonista sufre una parálisis cerebral que sólo le permite mover coordinadamente su pie izquierdo, de aquí el nombre del film, pero que no le afecta el intelecto. Gracias a este hecho logró escribir su autobiografía y pintar sus cuadros, consiguiendo su apertura al mundo exterior. El papel de su madre en su cuidado y en la consecución de sus logros fue crucial. La trama transcurre en Dublín, en un barrio obrero y dentro de una familia católica de bajo nivel económico. Este pintor era el décimo de veintidós hermanos, de los que sólo sobrevivieron trece. El papel de Christy Brown fue interpretado por Hugh O’Conor y por Daniel Day-Lewis, en su etapa infantil y adulta respectivamente, y el de la madre, la señora Brown, por Brenda Fricker. Daniel Day-Lewis ganó el Oscar al mejor actor en 1989 y Brenda Fricker el de la mejor actriz secundaria. La cinta recibió además tres nominaciones, a la mejor película, guión adaptado y dirección. En este caso los premios son fiel reflejo de la calidad de la cinta y del guión en general y la interpretativa, en particular. El protagonista nació en 1932 y su parálisis cerebral atetoide tuvo un origen perinatal. Aunque sólo movía coordinadamente su pie izquierdo, tenia control de la cabeza y era capaz de rectar. Necesitaba apoyo total para sus necesidades básicas y una silla de ruedas para su movilidad. Tardó en hablar y cuando al fin lo logró lo hacía con dificultad. Se muestran aspectos que son fundamentales en el manejo de las personas con parálisis cerebral, como son la aceptación por parte de los miembros de la familia, la integración social, el estímulo para el desarrollo de la autoestima, especialmente por parte de su madre, o la rehabilitación física y logopédica. Plantea los problemas psicológicos, afectivos y sexuales, las situaciones de falta de control de Christy así como su refugio en el alcohol. Tres detalles a tener en cuenta: Christy rechaza el centro donde le van a rehabilitar porque los demás atendidos son niños, este centro dublinés era gratuito, y por último es importante tener una silla de ruedas, pero además debe ser la adecuada.

Skallagrigg (1994), de Richard Spence, es una producción de la BBC basada en la novela homónima de William Horwood. Llama la atención sobre los malos tratos y desconsideración que en tiempos pasados recibían los minusválidos en algunos centros o por parte de alguna de las personas que los cuidaban, es de desear que esto no ocurra en la actualidad. Narra dos historias que confluyen. La primera es la de Esther (Kerry Noble), una chica de 16 años con parálisis cerebral que desde que murió su madre ha pasado su vida en un centro de minusválidos. Ahora convence a su padre para buscar, en compañía de algunos compañeros de su institución, a Skallagrigg, un personaje mítico que protege a los minusválidos. La otra historia es la de Tom (Adam Walker y Richard Briers), también con parálisis cerebral, que en los años treinta fue internado en una institución donde recibió malos tratos. La primera de las narraciones analiza un tema interesante como es la relación del padre que ha mantenido a su hijo en una institución para discapacitados y éste. En esta cinta la mayoría de los actores que interpretan personajes con minusvalías son discapacitados.

Hazme bailar mi canción/ Dance Me to My Song (1998) de Rolf de Heer. Esta película australiana, cuya acción transcurre en Adelaida, incide como otras muchas en un paralítico cerebral inteligente atado a su silla de ruedas. En este caso es una mujer, Julia (Heather Rose), totalmente impedida y deformada por su parálisis cerebral espástica, que depende de otros para poder vivir y que se comunica gracias a un sintetizador de voz unido a un ordenador, recordando la imagen de Stephen Hawking. Julia es atendida, o mejor dicho mal atendida, por Madeleine (Joey Kennedy), una mujer de mal carácter y hasta cierto punto malvada, pero que le evita caer en una institución. Sobre el tapete la película arroja el problema de la calidad humana de los cuidadores y de los abusos y malos tratos. La maledicencia de Madelaine es tal que permite que Julia vea las relaciones sexuales que mantiene con su novio. El nudo argumental se cierra cuando aparece Eddie (John Brumpton), del que se enamora Julia y que le roba Madelaine, aunque la protagonista logrará mantener relaciones con él. Aquí se ponen de manifiesto dos problemas importantes en la parálisis cerebral la frustración y la sexualidad. La protagonista Heather Rose, que fue a la vez coguionista, padecía una parálisis cerebral grave y necesitaba un sintetizador de voz, todo un ejemplo de entereza. Murió a los treinta y seis años, el 5 de octubre de 2002.

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http://www.usal.es/~revistamedicinacine/Indice_2005/Revista/numero_3/esp_htlm/pcerebral.htm

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